jueves, 18 de septiembre de 2014

IRIBAS NOS DESCUBRE LA "PAI-NACEA" EDUCATIVA

Antes de empezar me confieso: no soy un experto en educación, pero tampoco es mi intencionalidad sentar cátedra. Simplemente he visto parte de la intervención del Consejero del Gobierno de Navarra en el parlamento sobre el PAI, y creo que el tema merece algún comentario.

¿Es el PAI el modelo definitivo? ¿La panacea educativa? En opinión del gobierno de Navarra parece que sí, pero si tenemos en cuenta qué es esto del PAI, al menos desde fuera no lo parece.

Hace muchos que existe en Navarra un modelo educativo de inmersión lingüística en el que se acaban dominando dos idiomas, y se obtiene un nivel elevado de una lengua extranjera. Es un modelo además contrastado, evaluado e incluso premiado por sus buenos resultados académicos. Se llama Modelo D. Pero es evidente que tiene un problema para el Gobierno de Navarra: que el idioma de inmersión es el euskera.

Y frente a este modelo, y en clave de confrontación, el gobierno de Navarra impulsa el PAI, un supuesto modelo de inmersión lingüística basado en el inglés. La perversión política de este modelo es clara: los padres y madres debemos decidir si nuestros hijos aprenden inglés (idioma moderno e imprescindible que les garantizará un mejor futuro laboral) o euskera (idioma local que les vendrá bien para ir de potes a Hondarribia después de pasar el día en la playa y poco más). Espero que se perciba la ironía...

Pero nos venden mercancía averiada, ya que, ante la falta de profesores con capacitación en inglés, se está obligando a impartir asignaturas en este idioma a docentes que no lo dominan, con lo que se corre el serio riesgo de que finalmente los conocimientos que los alumnos adquieran no sean los adecuados, ni de la asignatura que se imparte, ni del idioma supuestamente vehicular. Ya advertía al principio que no soy un experto, pero me parece evidente que el famoso PAI nace cojo, muy cojo.

Este modelo ha sido criticado por la comunidad educativa al completo (docentes, apymas, sindicatos...). Incluso el consejero de educación se ha quedado sin el equipo de trabajo encargado de implementarlo..., pero parece que lo que realmente ha sentado mal al señor Iribas es la crítica de ELA, sindicato al que ha dedicado 14 minutos de su intervención en el Parlamento, en un tono desde luego muy poco amable.

Pocos argumentos y mucho tópico en esa intervención. Al más puro estilo UPN (que vienen los vascos). Incluso ha llegado a decir que además de querer imponer el euskera, a ELA le gustaría imponer el flequillo cortado con hacha y la sudadera morada y negra. Tan cierto como chusco: Si tenéis paciencia lo podéis ver en este enlace: http://youtu.be/DHh93EtVJf4

Por lo menos si al señor Iribas le falla lo de consejero, siempre podrá intentar ser guionista en la segunda parte de Ocho apellidos vascos

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